YO SOY BUENO…YO SOY BUENO…YO SOY BUENO!!!

Hace poco me enviaron esto por mail… quiero compartirlo:

 

«YO SOY BUENO…YO SOY BUENO…YO SOY BUENO!!!

En cierta tribu de África, cuando una persona delinque o comienza a tener un comportamiento falto de amor, dañando a otros, el resto de la tribu lo lleva al centro de la población y lo rodea.

¿Lo rodea para insultarlo?

¿Lo rodea para apedrearlo?

¿Lo rodea para avergonzarlo?

Pues no…

Durante dos días le centran en ese lugar y todos desfilan para recordarle las buenas acciones que ha realizado anteriormente.

Esa tribu cree que el hombre es bueno por naturaleza, solo que en el trayecto de su vida, comete errores que lo apartan de esa naturaleza…y es tarea de todos, recordársela.

Consideran que las acciones dañinas, son como un grito pidiendo ayuda que el que las comete envía a los otros…y por supuesto éstos acuden a sostenerlo, para que vuelva a reconectar con su verdadera naturaleza…recordarle quién es, en realidad.

Mientras recuerda esa verdad, ellos traen a su memoria sus hechos luminosos y le hacen repetir «Yo Soy Bueno»

«Yo Soy Bueno»

«Yo Soy Bueno»

Es un ejemplo más que los pueblos originarios nos muestran, con sencillez, pero con profunda compasión y sentido de Unidad hacia el hermano. Ojalá en nuestra sociedad comencemos a conectarnos como una gran tribu, en la cual al que se comienza a comportarse en forma desarmoniosa, se le tienda la mano para sostenerlo de nuevo en la Luz.

Particularmente podemos en nuestra vida diaria recordar y recordarle al hermano que tenemos al lado, que su esencia es LUMINOSA, y ayudarle a que vuelva a caminar en AMOR.

ES MÁS…PODRÍAMOS COMENZAR POR DEJAR DE CULPARNOS Y SENTIRNOS PECADORES ANTE ALGUNOS ERRORES QUE CARGAMOS AÚN Y NOS DEBILITAN…PARA COMENZAR A PONERNOS EN EL CENTRO DE NUESTRO SER, INTEGRAMENTE…SIN JUZGARNOS…A RECORDAR LO QUE SOMOS.

Cuando lo logremos seguramente ya no podremos ver a otro hermano como pecador, y lo rodearemos de Amor y comprensión para que recuerde su Divinidad y camine en paz y Luz.

El Amor desarma al más armado, y hace humilde al más soberbio.

El Amor sostiene, sana, redime, unifica, aligera, libera, enaltece, simplifica, borra, bendice, acepta, corrige, cambia, transmuta, despierta, ilumina, perfuma, canta, ríe, se regocija…

Cuando alguien olvide su naturaleza divina, solo Ámalo.

Es la única materia pendiente que nos queda, y no la podemos aprender en los libros.

TU ERROR ES EL MÍO…TU PENA ES LA MÍA, TU DOLOR ES EL MÍO…

EN ÉSTE MOMENTO EN QUE TE TOCA A TÍ EXPERIMENTARLO, TODA UNA TRIBU DE ALMAS COMPAÑERAS TE RODEA PARA DECIRTE…»